Yo de Madrid, tú de París


Ahí las tienen de espaldas. Casi igual de delgadas, famélicas y estilizadas. Una, la "nuestra", con un traje de pliegues cual animal marino que saca sus escamas para recibir a la realmente guapa y estilosa, la de fuera, diciéndole: "TÚ has sido la que has venido a verme a MÍ a MI palacio" (porque la moda también puede ser un arma de defensa y una barrera de marcaje que sutilmente te puede decir "acércate pero lo justo que llevo mi armadura lila-rosada").

Vaya foto. Y así vaya actos oficiales, de los que te aburres soporíferamente vaya... pero también hay quien lo lleva mejor y quien lo lleva peor (o de lo peor). A mí que Bruni vista de Dior y se atreva a ponerser unos Louboutin con algo de tacón me fascina. No porque Dior me guste (ni mucho menos) sino porque a ella casi todo le sienta genial y porque a mí me gusta una mujer con tacón, que no plataforma: porque lo de Letizia era digno casi de travesti, en un color horrible, con una especie de grabados florales en ante. ¿Por qué se rige tanto por el protocolo y viste SIEMPRE moda española que a veces sienta tan mal? Su cuñada, Elena no hace lo mismo y creo que le va mucho mejor... (hablamos de la ropa y los estilismos, no de la belleza de la infanta que eso ya es otro cantar).

Pero volviendo a lo de los actos oficiales, Bruni siempre sonreía. Tenía un look perfecto para cada ocasión, nada pomposo, nada escandaloso, nada estampado, nada de coloridos para destacar,... mientras Letizia vestía de princesa ex-periodista con tiara de diamantes incluida y cara lánguida, de aburrimiento denotado y actitud de estar completamente perdida entre tanta cena en palacio y dorés monárquicos-institucionale
s por doquier, Bruni (que fue modelo y se nota) se comporta como debe ser, sonríe a cada flash, sabe dónde dirigirse, no tiene una mala cara, se muestra como una profesional, etc. Un momento de la primera dama francesa que realmente me encantó, fue cuando salió del Museo Reina Sofía a coger su coche oficial con un libro de la exposición de Julio González como si estuviera anunciando un perfume de Lâncome, así de natural ella y elegante ella. Suponemos que Letizia se lo pasa mejor jugando con sus dos niñas en la isla de Cabrera en verano y que sabe sonreír, aunque ya nos ha aburrido la espera y la suposición de simpatía de nuestra futura reina: la misma que quiso demostrar que podría ser igual de delgada y estilosa que su invitada, aunque se quedara en el intento.
Jordi Wintour.

1 comentario:

  1. Pues a mí las dos me parecen unas pedorretas insulsas. Yo es que no soy muy monárquica, Wintour ;)

    ¡Un saludo!

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