"SI TE DICEN QUE CAÍ"


Que la moda puede llegar a ser cruel no sólo con quien la quiera llevar sino también con quien la quiere proponer, eso ya lo sabíamos. Pero que lo sea con los genios que ni siquiera se propusieron un hueco en ella, sorprende.

Es el caso de Hussein Chalayan. Gran arquitecto de la indumentaria, creador insaciable y voluntariamente semi anónimo al que "las fuerzas mayores" (esas de ahí arriban que mandan mucho y te quitan las ganas de todo...) retiraron por un tiempo. Él mismo parecía no sentirse cómodo en la industria, como muchos diseñadores a día de hoy. Fue a lo que podríamos llamar "cola del INEM de la moda!".

Pero luego volvió cual ave fénix, resurgiendo de sus cenizas desde el Londres que lo vio gestarse (a pesar de ser de origen turco), proponiendo estructuras, trajes y otras piezas de diseño tan interesantes o más que años atrás. Todo un mundo que no se agota, una mente privilegiada que se fue un tiempo y de la que desde hace unas temporadas podemos volver a disfrutar.


Bravo, Chalayan!


Jordi Wintour

Thomas Vorn


Los aires primaverales me poseen, a mi, y no es para menos, ser que se alimenta casi en exclusiva de vegetales y que sus armarios están basados en estampados folks. No sufro de alergias estacionales, por suerte, pero mi mundo gira entorno a la clorofila, quizás sea por eso que encuentro carismático el trabajo de este diseñador y director de arte, Thomas Voorn, el cual busca el enfrentamiento del objeto y el entorno. y dentro de este entorno sumerge a la persona, el usuario, creando una atmósfera unitaria. Y todo esto dándole un aire de mofa a la cotidianidad.
subo una imagen cualquiera, obligando os a que entréis en la web, y observéis la calidad de su trabajo.



La Petite

felicidades!


¡a mi partener, con mucho cariño!

¿falta de creatividad? ¿o es que ya esta inventado todo?


La empresa Modernica, para celebrar su 20 cumpleaños, sacó una "re-edición" de las sillas de los Eames, clásicos entre los clásicos, en mobiliario. las "nuevas" piezas son "diseño" de Peter Shire, el cual, las bautiza como: Prince Charles Chair y de ellas dice que son una yuxtaposición entre el pasado y el presente.

El nuevo diseño o el re-diseño de Shire, consta en mantener el respaldo y asiento de el diseño hecho por Charles y Ray Eames y a este le extirpa las patas de acero y les añade una estructura de patas de madera la cual no se vincula en nada al presente, creando una confusión hacia la propia explicación que da el "diseñador".


¿Pasado los eames, futuro el diseño de sus patas? ¿o viceversa?

la verdad es que los diseños de los eames estan en plena actualidad, sus diseños quizás NUNCA pasen de moda, pero entonces que gracia tiene colocarles esas patas? ¿son esas patas el pasado? entonces porque Shire se las coloca ahora? ¿como conmemoración de los 20 años de Modernica?


a todo esto, yo creo que sinceramente Shine esta carente de ideas propias (al igual que muchos diseñadores) y se esconde tras un diseño atemporal y que vende lo invendible para hacer de él un nombre y unas ventas fijas para la empresa que le paga.

Pues es excelente, por lo menos ha conseguido que yo escriba su nombre y que una imagen de su diseño aparezca en este blog. Pero es muy triste que sea para mal.


La Petite

LA INQUISICIÓN CATALONO-PASTENSE


Recuerdo que en uno de mis primeros viajes a Madrid, al presentarme ante el grupo de uno de mis amigos que vive allí y decir así mi nombre (creo que el más catalán junto al femenino Montserrat), uno de los chicos del grupo me dijo: "tranquilo, ya sabíamos que eras de Barcelona... por las gafas de pasta (...) tengo una amiga catalana que vive aquí y también lleva gafas de pasta, Buenafuente también...", y así un etc en plan retahíla sobre famosos y no famosos catalanes/as con gafas de pasta que habían pasado por su vida.

¿Las monturas de pasta es un denominador común nuestro? Dios bendiga a todo aquél que nos libre de las montadas al aire así como de la doble patilla. Benditos aquellos que como explicación a llevar gafapasta dicen que son más cómodas, no se te marcan en el tabique, no se pican, no se rayan, y así otro largo etc... pero que nos alejen a todos los que se las colocan por pertenecer a un clan, parecer más cool y/o potenciar un lobby de guays (paridos de profesiones igualmente guays en su mayoría hijas del diseño).

Y es que a la hora de elegir una montura, hay más de aquellos/as que aparentan ser amigos de lo práctico y del sentido estético cuando, en realidad, son amigos de lo castradamente moderno o ridículo. Una gafapasta no sienta bien a cualquiera, ni es símbolo de triunfo en cualquier profesión creativa: también se convierte en el enemigo de aquél que ya de por sí es feo y no tiene carisma.

Y esto no lo dice el Evangelio, pero podría.


Jordi Wintour

Moleskine Helvetica


un icono, un mito, una parte de nosotros...
eso es lo que para muchos de nosotros es una Moleskine
un icono, un placer visual, parte de nuestro logotipo...
eso es lo que para muchos de nosotros es la tipografía Helvética


pues bien, si sumamos las dos, se crea un accesorio vital para la vida de cualquier diseñador gráfico o para cualquier otro tipo de diseñador con una apreciación plástica rigurosa y ordenada.


Las libretas Moleskine son asignadas tanto al personaje más culto, intelectual y ordenado como a el artista más bohemio y andrajoso, pero sobre los dos recae la necesidad de una de estas libretas de piel, en las cuales tanto pintas con acuarela como escribes con tinta...

no lo dudes, hazte con una!

La Petite

DIME CÓMO VISTES Y TE DIRÉ QUIEN ERES


Debo ser de aquellos que piensan que la moda está ahí fuera, en la calle que pisamos a diario, en este mundo en que vivimos, y que muchas veces no somos concientes del gran valor que tiene o de la carga expresiva que puede aportarnos a nuestra ya forjada personalidad. Vaya, una primera carta de presentación que podría decir mucho de lo que sentimos o pensamos, de cómo vivimos y nos comportamos. Es decir, la moda –como buena disciplina perteneciente al diseño- tiene toda una función práctica para todo aquél que se viste, sea más tendencioso o menos. Porque si algo tiene la moda es que sea del tipo que sea es precisamente eso: MODA y nadie absolutamente nadie escapa en mayor o menor medida de los tentáculos de este todopoderoso concepto que incluso está en la boca de todos los que dicen no perseguirla o creérsela.

También debo de ser de aquellos que piensan que la moda no ha de ser un sistema que te tengas que creer al cien por cien, pero repito: nadie se escapa de ella y convive con nosotros en muchos más espacios y en mucho mayor tiempo del que nos imaginaríamos, y es que precisamente así se ha hecho tan familiar.



A mí lo que realmente me sorprende es cuando se le pregunta a alguien ¿por qué llevas eso? Y te responde el típico “porque me gusta”. No, no. No creo que sea así, lo llevas porque realmente te sientes cómodo, porque por algún motivo te ha llamado la atención hasta que te has hecho con ello y porque seguramente dice algo de ti. Y es que en todas las décadas han habido estilos de vida y de pensamiento muy relacionados con la moda: los maravillosos 50, los hippies de los sesenta, todos los punks y mods tan setenteros, pasando por los ochenta que también dieron mucho de sí en lo que se refiere a moda y estilismo, y llegando a los 90 o la época actual en la que la propia democratización de la moda con toda esa invasión de grandes marcas de distribución y grupos de moda han hecho mezclar todos esos conceptos y en algunos casos vivir una paranoia preguntándonos “¿a qué grupo pertenezco yo? ¿a qué clan o tribu social?” Este pensamiento es normal, la moda ha dejado de ser simplemente ropa y ha sido capaz de llegar a mucha más gente con menos nivel social, algo impensable hace cincuenta años o menos.

Porque es una realidad que esa moda ha llegado a todos, que nos ha calado de lleno sea a base de copias de grandes firmas o como una nueva tendencia propuesta por esas marcas a la que todos acabamos recurriendo para vestir. De todas maneras, lo más importante de una persona es la personalidad, lo que llevan dentro y son ellas las que han de vestir la prenda y no al revés. Toda esa ropa que nos colocamos nos ha de ayudar a nuestra psicología, forma de ser o de ver la vida. Y estén tranquilos, que por mucha mezcla de conceptos y moda democrática, los pijos van a seguir siendo los pijos, los modernos los modernos, los yuppies los yuppies, así como los hippies igual de hippies y los excéntricos y desfasados en el tema pues también igual o mucho más porque la moda no tiene freno alguno. Y bienvenida sea, aunque sabiendo controlarla y tratarla, no a cualquier velocidad.


Jordi Wintour

Carlos Raúl Villanueva


Si tienes la suerte de vivir en una ciudad tan arraigada a las artes y al diseño o si te queda cerca o si simplemente pretendes ser un “hipster” (en su defecto, un moderno), no puedes perderte esta cita, que claramente es un homenaje al arquitecto más importante de Venezuela y un icono de la arquitectura post movimiento moderno.


Hasta el 13 de mayo, tienes tiempo de pasarte por el FAD a ver una exposición sobre la obra declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, de Carlos Raúl Villanueva.


La Petite

YO TAMBIÉN DISEÑO


Ya no es cuestión de los ámbitos o lugares por dónde te muevas, sino del escenario general ( también llamado ciudad ) donde se desarrolla tu vida: tanto la académica o de trabajo como la de ocio. Es la ciudad la que se impone y la que casi te empuja a decir: “sí, soy diseñador/a”.

¿Será, como ya he dicho antes, cosa de las ciudades? Es cierto que todas aquellas grandes urbes o metrópolis cosmopolitas de Europa (y no tan sólo de Europa) congregan un gran interés por el diseño y las artes, así como un nutrido grupo de diseñadores y colectivos artísticos parecidos a éstos. El caso es que en ocasiones parece exagerado. Todo el mundo dice dedicarse al diseño y en realidad casi nadie sabe realmente lo que es. No sólo no lo puede definir, sino que ni siquiera está realmente interesado o sabe de qué va. Eso si, todo el mundo es diseñador. O dj. O artista. O fotógrafo. O todo a la vez y nada al mismo tiempo: algo realmente moderno y contemporáneo, un carro al que cada vez se suman más habitantes que conviven en el ya mencionado “escenario general” de nuestras vidas.

Luego están todas esas personas que confunden diseño con arte. O que dicen que el diseño es arte y así todo un batiburrillo a base de mezclas de términos que creen familiares en su día a día, del cual no saben ni la más mínima definición. Claro que existe el diseño en las ciudades. Claro que también hay ciudades que sólo explotan esto y acaban atrapadas en el tiempo, desfasadas y amuermadas por el propio diseño (que en ocasiones es algo que jamás existió en dicho/dichoso lugar)… pero por favor, no hablemos del diseño así como así, ni de las artes.

A mí me parece muy bien aquella frase de Beuys que decía: “cada ser humano es un artista” … que no quiso decir nunca que también diseñador.


Jordi Wintour